Brasil cuando quiso hizo daño. La Verdeamarela empezó con el acelerador a fondo y con solo cinco minutos en el reloj marcó el primero de la noche a través de Andreas Pereira, que hizo añicos a la defensa para cruzar a Julio González.
La Selección Mexicana sigue u dando tumbos con Jaime Lozano al frente, si bien se vio una ligera mejoría en cuanto a actitud, volvieron a perder, ahora 3-2 ante Brasil, que jugó a medio gas y que cuando quiso le hizo daño.
La noche en College Station ante más de 85 mil personas otra vez tenía pinta de ser terrorífica como en Denver, pero los amazónicos se relajaron, prefirieron bajar sus revoluciones y eso hizo crecer un poco a México.
El Tricolor jugó con todas sus figuras, hubo una mejoría pero no alcanzó, si bien el resultado no fue tan dramático y abultado como contra Uruguay, el Jimmy Lozano sí debe tener las alarmas encendidas porque su equipo por muchos lapsos se vio sin idea dentro del campo.
En el segundo tiempo la historia fue la misma, Brasil apretó y anotó por conducto de Martinelli para amarrar el encuentro y que no se les escapara de las manos, pero el problema para México fue que una vez más la defensa fue exhibida.
Lozano, al igual que en otros juegos de la Selección Mexicana donde las cosas no van bien no reaccionó, y su inexperimentado cuerpo técnico tampoco, todo tuvo que venir de los jugadores para encontrar una ligera esperanza con el gol de Julián Quiñones para el descuento.
Cuando el juego vivía ya sus últimos minutos el Memote Martínez puso el gol del empate, la luz al final del túnel parecía verse, pero en la última jugada Endrick de cabeza mató toda ilusión azteca con el 3-2 definitivo.