Beatriz Gutiérrez Müller, realizó una reflexión sobre las tareas que quedan pendientes en el sexenio que termina el 1 de octubre, y se detuvo especialmente en un episodio que dejó un sabor de boca “amargo”: el fallido préstamo del mítico penacho de Moctezuma II (1466-1520).
“El sabor de boca es amargo. Me temo que el Gobierno de Austria algo esconde con el penacho, no sé si está roto, o está reemplazado, eso que lo respondan ellos por las groserías que le hicieron al gobierno de México cuando lo pidió a través de mi persona”, recordó Gutiérrez Müller, durante una intervención en la acostumbrada rueda de prensa matutina de López Obrador.
#ConferenciaMatutina🔴 "El Gobierno de Austria algo esconde con el #Penacho (de Moctezuma)", afirma la Dra. @BeatrizGMuller, ya que fueron groseros con el @GobiernoMX, a través de su persona, dijo que "el sabor de boca fue amargo". pic.twitter.com/S5KOWW2RpE
— Televisión Tabasqueña (@TVTenlinea) September 11, 2024
El Gobierno mexicano pidió en préstamo el penacho del emperador azteca, que está resguardado en el Museo de Etnología de Viena, como parte de la agenda de conmemoración del bicentenario de la Independencia de México, en 2021. Sin embargo, la respuesta fue un tajante no.
“Apenas se estaba tratando el tema y ya estaban diciendo que no“, dijo López Obrador en esa oportunidad, tras criticar la actitud “arrogante” y “prepotente” del gobierno austríaco. “Ni siquiera estábamos planteando (…) que nos lo devolvieran, era para que se exhibiera”, se quejó entonces.
Hoy, Gutiérrez Müller sacó a colación el episodio, tras ser consultada por un periodista. Del mismo modo, la cuestionaron sobre la actitud que tomó España cuando el Gobierno mexicano exigió una disculpa por los desmanes de la Conquista.
“Llama la atención en el caso de España, que sí se haya ofrecido disculpas a la expulsión de sefardíes (…) y con América se haya decidido que no. Es un asunto de dignidad”, apuntó.
Del mismo modo, consideró justa y sustentada la petición de perdón, en vista de que hay precedentes de otros países europeos –como Alemania y Reino Unido– que han emitido pronunciamientos de desagravio contra antiguas colonias o países expoliados. “No es un asunto político exactamente, es un asunto histórico de reivindicación”, afirmó.
En esa misma línea, reiteró: “Cuando se ofrecen disculpas, se dignifican las dos partes (…) No estoy diciendo que ningún monarca o un gobierno europeo de hoy tenga la culpa de lo que pasó hace 200 años, pero si esa persona ostenta un cargo y está en su papel dignificar o ayudar a la dignificación o resarcimiento moral y otorgar ese valor que tienen, en este caso los pueblos originarios de África, Oceanía, América, sería muy noble”.