La presidenta Claudia Sheinbaum defendió al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, durante la conferencia matutina, asegurando que, a pesar de los señalamientos sobre posibles nexos con el crimen organizado, “no hay ninguna prueba” en su contra. Sheinbaum, quien asumió el cargo el 1 de octubre, expresó su compromiso de apoyar al gobernador, quien ha reconocido la existencia de “generadores de violencia” en el estado, confiando en que la situación mejorará con el respaldo del gobierno federal, el Ejército y las Fuerzas de Seguridad.
La situación en Sinaloa se ha complicado tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, lo que ha provocado un aumento en la violencia en la región. El expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien dejó el cargo el 27 de septiembre, minimizó la escalada de violencia, atribuyéndola a factores externos, especialmente a la influencia de Estados Unidos.
En respuesta a la crisis, el gobierno mexicano ha desplegado más de 2,500 agentes de las Fuerzas Armadas en Sinaloa. Además, se anunció que el Gabinete de Seguridad, encabezado por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, viajará a Culiacán para supervisar las acciones contra la violencia vinculada al narcotráfico.
García Harfuch destacó la importancia de “trabajar de la mano” con mecanismos permanentes de colaboración para garantizar la paz en el país. Por su parte, Sheinbaum mencionó que el incremento de homicidios en Sinaloa se ha relacionado con la detención de Zambada y criticó la falta de información adecuada por parte del gobierno estadounidense sobre esta situación. El secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, se reunirá con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, para abordar este tema.