Más de 1,8 millones de palestinos en Gaza enfrentan niveles críticos de hambre, con el 70% de los campos de cultivo destruidos y los medios de subsistencia gravemente afectados debido a la ofensiva militar israelí en curso, según un informe respaldado por la ONU publicado este jueves. El informe de la Iniciativa de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC) revela que 133.000 personas, o el 6% de la población, ya están en “inseguridad alimentaria catastrófica”, con el riesgo de que esta cifra aumente al 16% para el invierno.
El Secretario General de la ONU ha expresado su alarma ante los hallazgos, señalando que “una hambruna se avecina” y calificando la situación como intolerable. Ha instado a Israel a reabrir de inmediato los puntos de cruce para permitir la entrada de ayuda humanitaria esencial y eliminar obstáculos burocráticos que impiden la entrega de alimentos, suministros médicos y agua a la población.
La ONU ha llamado a un cese al fuego inmediato y a la restauración de los sistemas alimentarios, destacando la importancia de programas de alimentación suplementaria para prevenir la malnutrición aguda en niños y lactantes. A pesar de los desafíos, las agencias de la ONU siguen trabajando para asistir a los habitantes de Gaza, priorizando la producción local de alimentos y la mejora de la nutrición con la llegada del invierno, un período tradicionalmente difícil en la región.