En Puebla, el acto cotidiano de cruzar una calle se ha vuelto un reto peligroso para los peatones debido a la falta de respeto de los automovilistas hacia las cebras peatonales. Aunque estas marcas se encuentran en diversas zonas de la ciudad, su función parece diluirse por la constante violación de las normas de tránsito, lo que pone en riesgo la seguridad de quienes transitan en las vías públicas.
Octavio Flores Hidalgo, profesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), subraya que las cebras peatonales están diseñadas para proteger a los peatones y facilitar un cruce seguro. Sin embargo, en zonas críticas como Analco, el Bulevar 5 de Mayo, y frente a la Iglesia de San Francisco, los automovilistas no solo ignoran estas áreas, sino que incluso aceleran, obligando a los peatones a correr y esquivar vehículos para cruzar.
Las quejas de los ciudadanos, como María del Sol Cuellar y David Farfán, reflejan una falta de cultura vial y conciencia hacia la seguridad peatonal, especialmente preocupante para niños, adultos mayores y personas con movilidad reducida. Además, el transporte público, incluyendo la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), a menudo bloquea las franjas peatonales, lo cual incrementa el caos y la inseguridad.
Flores Hidalgo hace un llamado a las autoridades y a la ciudadanía para promover una cultura de respeto hacia estos espacios. Las multas vigentes en Puebla por invadir o no respetar las cebras peatonales varían entre 4 y 15 Unidades de Medida y Actualización (UMA), con un valor de aproximadamente 103.74 pesos, lo que implica que las sanciones pueden superar los mil pesos. Sin embargo, para Flores, la clave no solo está en las sanciones, sino en la promoción de una conciencia social que priorice el respeto y la seguridad de los peatones en el entorno vial.