El posible regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha generado inquietudes sobre cambios radicales en las relaciones diplomáticas, comerciales y políticas de ese país con el mundo, y México podría enfrentar algunos de los impactos más significativos debido a su estrecha conexión económica y geopolítica con su vecino del norte.
Ante una eventual segunda administración de Trump, miembros del Partido Republicano han propuesto medidas como reforzar la seguridad en la frontera, designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, y posiblemente desplegar tropas estadounidenses en México. Además, Trump ha advertido que podría imponer aranceles de hasta el 100 % a los automóviles fabricados en México para presionar a las empresas a trasladar su producción a territorio estadounidense.
En cuanto a la relación que Claudia Sheinbaum, presidenta de México, podría establecer con Trump, algunos analistas sugieren que podría buscar una estrategia de negociación similar a la de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador. Durante el primer mandato de Trump, López Obrador logró reducir las tensiones comerciales y de seguridad mediante una cooperación pragmática en temas de migración y control fronterizo.
Según Mariana Campero, del Programa de las Américas del CSIS, Sheinbaum podría adoptar un enfoque transaccional para negociar áreas sensibles como la migración y los aranceles. Además, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), renegociado bajo la administración de Trump, será revisado en 2026, lo que permitirá a ambos países abordar sus diferencias de manera formal. Analistas como Antonio Ocaranza señalan que la designación de Marcelo Ebrard como secretario de Economía envía una señal clara de que México se está preparando para la revisión del acuerdo comercial.
Sin embargo, la creciente relación comercial de México con China podría complicar las relaciones con Estados Unidos, ya que Trump ha prometido aumentar los aranceles a productos chinos. Además, el combate al tráfico de fentanilo y la seguridad nacional serán temas prioritarios, y cualquier intento de intervención militar en territorio mexicano afectaría profundamente la relación entre ambos países, advierte Lila Abed, directora del Instituto de México del Wilson Center.
El posible retorno de Trump plantea importantes desafíos para México, y Sheinbaum tendrá que equilibrar las tensiones mientras protege los intereses económicos y de seguridad del país.