El Senado de México ratificó este miércoles a Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), un nombramiento que salpica de polémica a la presidenta Claudia Sheinbaum.
La funcionaria fue designada por la bancada oficialista del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pese a que no fue la mejor evaluada. La semana pasada, el presidente de la Comisión de Justicia del Senado, Javier Corral, justificó el “consenso político” como una cuestión clave para incluir a Piedra Ibarra en la terna de candidatas a ocupar este cargo.
“No solamente se trata de conseguir, en efecto, los perfiles más idóneos y mejor evaluados, también se busca tener el mayor consenso político posible”, explicó.
Piedra Ibarra, una psicóloga de 73 años, presidió la CNDH durante el pasado Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero fue severamente cuestionada por los colectivos de derechos humanos, que consideraban que la funcionaria no ponía como prioridad a las víctimas, sino su relación con el entonces mandatario.
No obstante, decidió postularse nuevamente para el puesto y fue evaluada negativamente en los rubros de experiencia, autonomía política y compromiso con los derechos humanos, entre otros aspectos que se tomaron en cuenta.
El repudio a la segunda jura de Piedra Ibarra, que ocurrió en la madrugada, en cuanto terminó la sesión en el Senado, fue generalizado.
“Se premia indebidamente una gestión caracterizada por el debilitamiento institucional, la inacción y la pérdida de autonomía”, denunció el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, que rechaza la reelección en este tipo de cargos.
“Otra vez, Morena impone a Rosario Piedra al frente de la CNDH, pese a ser la peor evaluada de la terna y a los nulos resultados durante su gestión”, lamentó el colectivo feminista Las Brujas del Mar