Habitantes de la colonia Benito Juárez en Tehuacán han expresado su preocupación por el abandono de las instalaciones del antiguo rastro municipal, que desde su cierre presenta problemas de contaminación y mal olor. A pesar de que el sacrificio de animales dejó de realizarse allí hace semanas, vecinos aseguran que persiste un fuerte olor a estiércol y putrefacción, probablemente causado por desechos retenidos en el drenaje o en las instalaciones.
El inmueble, que operó por más de 50 años y dejó de ser funcional en los últimos meses de la administración de Pedro Tepole Hernández, ahora luce deteriorado y sucio, según testimonios de los vecinos. Aunque celebran la ausencia de problemas previos como el mal olor de los animales vivos y el peligro que representaban algunos al escapar, la contaminación ambiental sigue siendo motivo de molestia.
Juan Ángel Ramos, vecino de la zona, señaló que la proliferación de roedores se ha intensificado, ya que, al cesar el sacrificio de animales, los desperdicios dejaron de fluir por los ductos, obligando a las plagas a buscar alimentos en la superficie. Comerciantes y residentes cercanos exigen que las autoridades de Servicios Públicos, junto con el Organismo Operador del Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Tehuacán (OOSAPAT), realicen un desazolve del drenaje y una limpieza profunda de las instalaciones antes de definir su futuro uso.
Los vecinos advierten que, de no atenderse estos problemas, la contaminación persistirá, afectando la calidad de vida en esta parte de la ciudad.