La tormenta tropical Sara comenzó a alejarse de las costas de Honduras este sábado, tras causar severos estragos que incluyen una víctima fatal, más de 50.000 personas afectadas, comunidades aisladas y la destrucción de infraestructuras clave como puentes. Mientras tanto, Belice y Guatemala se preparan para su llegada prevista durante la madrugada del domingo.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) informó que Sara se desplaza hacia el nororeste a una velocidad de 7 km/h, con vientos máximos sostenidos de 75 km/h, y anticipó que la tormenta podría debilitarse al tocar tierra en Belice. Sin embargo, las autoridades hondureñas mantuvieron la alerta roja en seis departamentos del norte del país debido a las persistentes lluvias que aún representan un riesgo significativo.
Desde su impacto en Honduras el jueves, la tormenta provocó el desbordamiento de ríos, el colapso de ocho puentes, el cierre de tres aeropuertos y la destrucción de más de un centenar de viviendas. Hasta el momento, 56.000 personas han sido afectadas, 3.000 de ellas refugiadas en albergues de emergencia, mientras que 217 comunidades permanecen incomunicadas por daños en los caminos.
El NHC advirtió que, aunque Sara se aleja, las lluvias continúan siendo peligrosas y podrían ocasionar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra catastróficos en áreas montañosas de la costa norte de Honduras, lo que mantiene en vilo a la población afectada.
