Silvia Pinal, última gran diva de la época dorada del cine mexicano, falleció este jueves en Ciudad de México a los 93 años. Reconocida por su versatilidad en el cine, teatro, televisión y política, Pinal marcó un legado imborrable en la cultura nacional. La actriz celebró su último cumpleaños en septiembre, declarando sentirse “como de 18 años” y sin temor a la muerte.
Nacida en 1931, debutó en El pecado de Laura (1949) y alcanzó reconocimiento con su primer Ariel por Un rincón cerca del cielo (1952). Sin embargo, su colaboración con el cineasta español Luis Buñuel fue su gran consagración internacional, protagonizando clásicos como Viridiana (1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del desierto (1964). Estas obras, aclamadas y controvertidas, enfrentaron censura religiosa y política, destacando el papel de Pinal en salvaguardarlas y llevarlas a México.
Pinal también brilló en la televisión con el programa Mujer, casos de la vida real, y participó en la política como diputada del PRI en 1991. Su vida personal estuvo marcada por matrimonios con figuras del espectáculo y la política, siendo madre de Sylvia Pasquel, Alejandra Guzmán y Luis Enrique Guzmán.
En agosto de 2022, Pinal recibió un homenaje en el Palacio de Bellas Artes, consolidando su lugar como pionera del cine, teatro y televisión en México. Su legado, valorado en más de mil millones de pesos, incluye joyas, obras de arte y un teatro que lleva su nombre.
Silvia Pinal deja un vacío en la cultura mexicana, pero su espíritu y obra seguirán inspirando generaciones.