El representante del Papa Francisco en México, Monseñor Joseph Spiteri, expresó su preocupación por la creciente normalización de la violencia en el país y su impacto en las familias, especialmente en comunidades indígenas. Durante un reciente encuentro con sacerdotes mexicanos, el Nuncio Apostólico subrayó la importancia de que las autoridades municipales, estatales y federales trabajen de manera conjunta para enfrentar esta crisis.
El diálogo incluyó una reunión con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, donde se abordó el tema de la violencia y se reafirmó el compromiso de la iglesia para colaborar en la construcción de la paz. Este encuentro ocurrió tras el asesinato del sacerdote y activista chiapaneco Marcelo Pérez Pérez, caso por el cual exigieron justicia.
Monseñor Spiteri enfatizó que es fundamental evitar que la sociedad se habitúe a estas situaciones, las cuales calificó como una violación a los derechos humanos y la dignidad de las personas. Además, señaló que la iglesia está dispuesta a colaborar en iniciativas para jóvenes a través de la educación y el arte, fomentando una “paz activa y constructiva”.
Por otro lado, el Nuncio expresó su preocupación por los migrantes en riesgo de deportación tras las posibles políticas de Donald Trump si asume nuevamente la presidencia de Estados Unidos en 2025. Hizo un llamado a respetar su dignidad y destacó el esfuerzo de diócesis mexicanas que ofrecen albergues para los migrantes.
En un acto simbólico, Spiteri y el arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, rezaron junto al muro fronterizo entre México y Estados Unidos, un espacio que representa esperanza y reencuentro para las familias separadas por políticas migratorias restrictivas.