El pronóstico de un enero frío se cumple con fuertes heladas y nieve en México

El mes de enero sigue cumpliendo con las previsiones de un clima invernal más intenso en México, con periodos de frío extremo, lluvias y nieve, en gran parte impulsados por la presencia del vórtice polar y el fenómeno de La Niña.

La Niña, que fue oficialmente confirmada el 9 de enero, sigue enfriando el Pacífico ecuatorial, lo que, combinado con el vórtice polar en el hemisferio norte, está generando condiciones ideales para bajas temperaturas en México. Se espera que este fenómeno persista y se intensifique en la segunda mitad de enero y principios de febrero, con un alto porcentaje de probabilidades (más del 80%) de que se registren masas de aire ártico en varias regiones del país.

El aire ártico traerá consigo temperaturas extremas, especialmente en el norte y noreste de México, donde se prevén temperaturas de hasta -25 °C en lugares como Chihuahua y Durango. Las heladas serán severas, y la nieve podría acumularse en varias zonas montañosas. La corriente en chorro, que también estará activa este fin de semana, traerá humedad y generará lluvias en el centro y sur del país, contribuyendo a una mayor sensación de frío.

Las regiones más afectadas por este clima serán los estados del noreste y norte, como Sonora, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, y el Valle de México, con posibles nevadas en áreas montañosas. Las temperaturas mínimas se pronostican entre -10 y 5 °C, con fuertes heladas y nevadas en las regiones más altas. Los estados como Baja California, Zacatecas y San Luis Potosí también sentirán el impacto de este frío intenso.

A largo plazo, se prevé que el vórtice polar continúe su ciclo, desplazándose hacia Europa a mediados de enero, pero regresando hacia América del Norte en la tercera o cuarta semana del mes, lo que implicará más frentes fríos en México. Aunque la circulación troposférica podría permitir cierta alternancia de calor y frío, los efectos invernales seguirán siendo notorios, especialmente en las zonas más vulnerables.

A pesar de las bajas temperaturas, algunos aspectos positivos incluyen una temporada de lluvias más húmeda de lo habitual durante la primavera, que podría ayudar a mitigar el calor extremo que se experimentó en 2023 y 2024. Sin embargo, los estados del noreste, centro y sureste seguirán siendo los más afectados por lluvias severas y posibles ciclones tropicales.

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