En un contexto de incertidumbre ante la inminente toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el ambicioso Plan México, una estrategia integral de desarrollo económico diseñada para posicionar al país como una potencia global.
Durante una ceremonia especial en el Museo Nacional de Antropología, Sheinbaum delineó 13 metas clave, que incluyen posicionar a México como la décima economía mundial, crear 1.5 millones de empleos especializados, abrir 100 parques industriales, fabricar localmente el 50% de los productos consumidos, y situar al país entre los cinco destinos turísticos más visitados del mundo.
El Plan México también contempla iniciativas innovadoras, como reducir los trámites de inversión a un año, impulsar la fabricación de vacunas con biotecnología avanzada, y fomentar el consumo interno con políticas de compras gubernamentales nacionales. Según Sheinbaum, esta estrategia busca unir a todos los mexicanos en una visión compartida de progreso.
Analistas han destacado el plan por su visión a largo plazo, aunque señalan desafíos en la asignación presupuestaria y la implementación efectiva. “Es la política industrial más audaz en décadas, pero su éxito dependerá de la ejecución”, afirmó Mario Campa, experto económico.
El Plan México también se percibe como una respuesta estratégica al clima de incertidumbre generado por Trump, cuyo segundo mandato podría intensificar las políticas proteccionistas. “El proteccionismo llegó para quedarse, y México necesita un instrumento de defensa como este”, concluyó Campa.
Con una popularidad del 80%, Sheinbaum enfrenta el reto de convertir este plan en una realidad tangible, demostrando que México puede superar cualquier desafío y consolidarse como un actor global destacado.
