Los gobiernos de Tlaxcala y Puebla han anunciado la revisión de la concesión de la autopista México-Puebla, actualmente administrada por la empresa Pinfra, tras recibir múltiples quejas de los usuarios por deficiencias en el servicio.
En una conferencia de prensa conjunta, los gobernadores de Tlaxcala, Lorena Cuéllar, y de Puebla, Alejandro Armenta, informaron que establecerán mesas de diálogo periódicas para abordar distintos temas de interés común, entre ellos la infraestructura vial que conecta ambas entidades. En particular, se analizará el caso de la autopista México-Puebla, una de las más transitadas del país.
Cuéllar señaló que la concesión otorgada a Pinfra está blindada, lo que implica que la empresa mantendrá la administración de las casetas por un periodo prolongado. No obstante, ante las constantes quejas de los usuarios, los gobiernos estatales han decidido examinar la situación y, en caso de ser necesario, tomar medidas para mejorar el servicio.
Uno de los principales señalamientos contra Pinfra es que la totalidad de los ingresos generados en las casetas son retenidos por la empresa, sin realizar aportaciones a los estados.
Además del tema vial, los gobiernos de Tlaxcala y Puebla trabajarán en conjunto en materia de movilidad, infraestructura y medio ambiente. En este sentido, se anunció una inversión de mil 500 millones de pesos por parte del Gobierno Federal para el saneamiento del Río Atoyac, un proyecto contemplado en el Plan Hídrico nacional que abarcará desde Tlaxco hasta Valsequillo.
La gobernadora Cuéllar destacó que este rescate ambiental había sido un “sueño” durante muchos años, pero con el respaldo de la Federación, pronto será una realidad. El proyecto contempla acciones en todos los municipios de Tlaxcala y Puebla por donde atraviesa el afluente, con el objetivo de recuperar su ecosistema y mejorar la calidad de vida de la población.