Alejandro Armenta se perfila como uno de los gobernadores más fuertes del país, respaldado por los 2 millones de votos que obtuvo el pasado 2 de junio, tanto para la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, como para él mismo. Este apoyo masivo refleja la consolidación de la Cuarta Transformación (4T) en Puebla y augura un periodo de estabilidad política y progreso para el estado.
Armenta ha demostrado una notable sintonía con la presidenta Sheinbaum, lo que promete una colaboración fructífera entre el gobierno estatal y el federal. Durante los actos celebrados recientemente, Armenta expresó su respeto y gratitud hacia su antecesor, el gobernador Sergio Salomón Céspedes, destacando que le deja “muy alto el arranque de administración”.
En su discurso, Armenta subrayó la importancia de la consagración por amor a Puebla y la necesidad de pensar en grande. Visiblemente emocionado, calificó al presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, como un “gigante de la historia de México”, citando su filosofía de que el poder solo se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás.
Uno de los momentos más emotivos de su intervención fue cuando recordó su trayectoria de más de 34 años en la vida pública, iniciada en 1990 en Acatzingo. Armenta compartió que su sueño de convertirse en gobernador comenzó hace aproximadamente 20 años, y ahora se siente obligado a trabajar incansablemente para honrar los anhelos de los poblanos.
Con la consolidación de una nueva clase política que combina juventud, experiencia e inclusión, Armenta se compromete a trabajar con entusiasmo, emoción y entrega, siempre poniendo los intereses de los poblanos en primer lugar. Su cercanía con la presidenta Sheinbaum y su dedicación a la 4T auguran un futuro prometedor para Puebla.