El Club América se enfrenta a una etapa decisiva en la temporada, con un calendario que pondrá a prueba su profundidad de plantilla, resistencia física y capacidad táctica. En los próximos 22 días, las Águilas disputarán siete partidos de alta exigencia, alternando entre la Liga MX y la Concacaf Champions Cup, un reto que demandará una gestión impecable por parte de André Jardine y una respuesta contundente de sus jugadores. La clave será equilibrar la rotación sin perder competitividad, especialmente considerando que el equipo tiene la responsabilidad de defender su tricampeonato en el fútbol mexicano y, al mismo tiempo, la obligación de ganar la competición internacional.
El maratón inicia con un enfrentamiento crucial ante Tigres en el Estadio Ciudad de los Deportes. Este duelo no solo es clave por la calidad del rival, sino también porque los felinos son el escolta inmediato en la tabla, a solo dos puntos de distancia. América buscará mantener el liderato y, al mismo tiempo, enviar un mensaje de autoridad en el torneo. Tres días después, el equipo afrontará la ida de los cuartos de final de la Concacaf Champions Cup contra Cruz Azul, un duelo donde será imperativo tomar ventaja, ya que en esta fase el gol de visitante puede ser determinante.
El 5 de abril, las Águilas viajarán a Pachuca para medirse ante los Tuzos, un equipo que históricamente les ha complicado en el Estadio Hidalgo. Con Almada al frente, los hidalguenses siguen en la pelea por puestos de clasificación directa, lo que añade un grado extra de dificultad a este compromiso. Apenas tres días después, el 8 de abril, América visitará Ciudad Universitaria para el partido de vuelta contra Cruz Azul, donde se definirá el pase a semifinales de la Concachampions. La seguidilla de duelos de alto voltaje continuará el 12 de abril con un tercer choque ante la Máquina, esta vez en el torneo local, lo que convierte esta serie de enfrentamientos en una prueba de carácter para ambos equipos.
El tramo final de este calendario maratónico incluye un viaje a Monterrey para enfrentar a Rayados el 16 de abril. Se espera un duelo de gran intensidad entre dos planteles con calidad individual y colectiva de alto nivel, lo que podría considerarse un adelanto de una posible final. América cerrará su participación en la fase regular del Clausura 2025 el 19 de abril, recibiendo a Mazatlán en el ECDD.
Más allá de los resultados inmediatos, América deberá gestionar su carga física para no llegar mermado a la fase final del torneo. La presión es máxima: la directiva ha dejado claro que el título internacional es una prioridad, por lo que la Champions Cup se convierte en una exigencia ineludible. Además, la expectativa en la Liga MX sigue intacta, y si las Águilas logran salir bien libradas de este tramo, llegarán con inercia positiva a la Liguilla. Será un periodo determinante, en el que el equipo deberá reafirmar su jerarquía con inteligencia, contundencia y mentalidad ganadora.
