La noche del sábado en Querétaro, un ataque armado en el bar Los Cantaritos dejó un saldo de 10 personas fallecidas –siete hombres y tres mujeres–, además de siete heridos. Cuatro sujetos armados ingresaron al establecimiento y abrieron fuego contra los clientes. Las autoridades locales, a través del secretario de Seguridad Pública de Querétaro, Luis Ferrusca Ortiz, confirmaron que los agresores llegaron en una camioneta y portaban armas de alto calibre. Aún se desconoce el motivo de este acto violento en una ciudad tradicionalmente tranquila y alejada de los altos índices de criminalidad que afectan a otras zonas del país.
El hecho generó una rápida movilización de los servicios de emergencia, que recibieron una alerta después de las 21:00 horas, indicando disparos en la calle Circunvalación. Testigos informaron que los atacantes irrumpieron en el bar y dispararon indiscriminadamente. Posteriormente, la camioneta utilizada fue encontrada incendiada en el municipio de El Marqués, probablemente abandonada por los atacantes. La policía ya ha detenido a una persona vinculada al caso y continúa investigando para esclarecer los detalles.
El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, aseguró que el estado moviliza todos sus recursos para capturar a los responsables. En un mensaje a la ciudadanía, destacó que se brindará atención a las familias de las víctimas y apoyo psicológico a los sobrevivientes. A su vez, el alcalde de Querétaro, Felipe Fernando Macías, reafirmó la colaboración de su administración en las investigaciones.
Querétaro, conocido por su patrimonio colonial y reciente sede del Hay Festival, evento cultural que reunió a intelectuales y artistas, ha sido considerado uno de los estados más seguros del país. Sin embargo, su cercanía con Guanajuato, entidad que presenta el mayor índice de homicidios en México, plantea nuevos retos para la seguridad local.