Este domingo se confirmó la salida del presidente de Siria, Bashar al-Assad, del país tras días de intensos enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y milicias rebeldes. Las facciones insurgentes, a través de Telegram, proclamaron la liberación de Damasco y señalaron que el evento marca “el fin de un período oscuro y el inicio de una nueva era para Siria”.
En respuesta a las crecientes tensiones en la región, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México reiteró sus recomendaciones para evitar viajes no esenciales a Siria, Líbano, Irán e Israel. Además, un juez federal en México ordenó la repatriación de ciudadanos mexicanos afectados por el conflicto, destacando la necesidad de medidas urgentes para salvaguardar sus derechos humanos.
La SRE informó que algunas personas mexicanas han sido evacuadas con el apoyo de gobiernos extranjeros hacia destinos como Estambul y Chipre, pero la falta de garantías para su regreso a México ha generado críticas. La abogada Elizabeth Díaz Slim, quien presentó la demanda, acusó a las autoridades de brindar apoyo insuficiente, dejando a los afectados en países de tránsito sin una solución definitiva para su repatriación.
Mientras tanto, la embajada mexicana en Líbano instó a quienes permanecen en Siria a mantenerse en resguardo y establecer contacto a través de canales consulares para recibir asistencia. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y no se han detallado futuras acciones para asegurar la protección de los connacionales en la región.
Con el aumento de tensiones en Medio Oriente, la situación humanitaria en Siria y los países vecinos sigue siendo crítica, destacando la necesidad de medidas internacionales coordinadas para atender las crisis derivadas del conflicto.