El campus de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), construido en 2020 para atender a estudiantes de la Sierra Negra, podría finalmente abrir sus puertas tras permanecer cuatro años en estado de abandono. La obra, que representó una inversión de 27 millones de pesos, busca ofrecer educación a nivel preparatoria y licenciatura a jóvenes de comunidades marginadas.
El proyecto surgió en 2019 como una solución para evitar que los estudiantes de la región abandonaran sus estudios debido a la falta de recursos para trasladarse a municipios como Tehuacán, Ajalpan o Coxcatlán. En su diseño inicial, se contempló ofrecer las licenciaturas en Administración de Empresas y Derecho, en colaboración entre la BUAP y el Ayuntamiento local.
Sin embargo, problemas políticos y una mala gestión administrativa dejaron las instalaciones desprotegidas, convirtiéndolas en blanco de actos vandálicos. Se reportó el robo de muebles, daños a cristales y la sustracción de tuberías y materiales.
Ante este panorama, el presidente municipal Guillermo Abasolo Romaña ha asumido como prioridad el rescate del campus. Su plan incluye no solo rehabilitar las licenciaturas planeadas, sino también agregar un nivel preparatoria y servicios integrales como hospedaje y becas. Además, se ha propuesto diversificar la oferta académica hacia carreras agropecuarias, alineadas con las necesidades de la región.
En recientes reuniones con la BUAP, ambas partes mostraron interés en concretar el proyecto. La regidora de Educación, Abigail Márquez García, destacó la importancia de fortalecer la infraestructura para que el campus se convierta en un pilar educativo que beneficie a estudiantes de toda la Sierra Negra. El Ayuntamiento se comprometió a destinar recursos para garantizar la rehabilitación de las instalaciones.
Con este esfuerzo, se espera que el campus no solo sea funcional, sino que también contribuya a reducir la deserción escolar y fortalecer el desarrollo educativo de la región.