El Centro Histórico de Puebla fue identificado como la zona más riesgosa para la movilidad de mujeres y niñas en la zona metropolitana, según un diagnóstico de la Secretaría de Igualdad Sustantiva (SIS). El estudio, realizado en 2023, reveló que el 57.8% de los ataques ocurren en la vía pública mientras las víctimas caminan, y un 38.1% se dan en unidades de transporte público.
El informe destacó que el 44% de las mujeres mayores de 15 años en el estado caminan para llegar a sus destinos, mientras que el 34.9% utiliza transporte público. Entre las que se trasladan a pie, el 44.4% reportó haber sufrido acoso callejero, siendo las jóvenes de 15 a 30 años las más afectadas (77.7%).
Las agresiones más comunes incluyen comentarios obscenos (40.8%), miradas morbosas (17.8%) y tocamientos con intenciones sexuales (5.5%). En el transporte público, un 21.9% de las usuarias sufrió tocamientos y un 9.6% reportó miradas lascivas. Sin embargo, el 97.3% de las víctimas no denunció, principalmente por desconfianza hacia las autoridades.
Ante esta problemática, se propuso desarrollar una plataforma tecnológica con sistemas de alerta y denuncia, además de protocolos diferenciados para zonas urbanas y rurales. Las mujeres también sugirieron medidas como iluminación en paraderos, botones de pánico en unidades y vigilancia policial aleatoria.
Aunque la Secretaría de Movilidad y Transporte reportó avances como la instalación de 3,400 cámaras en unidades de transporte, esta cifra es insuficiente frente al parque vehicular de 14,483 unidades, y no se ha detallado cuántas cuentan con botones de pánico. La falta de implementación plena de estas medidas, acordadas desde 2017, perpetúa un entorno inseguro para las mujeres en Puebla.