Durante la inauguración del tramo 7 del Tren Maya, que conecta Escárcega con Chetumal, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, destacó el impacto negativo de la corrupción en el país, calificándola como “la mayor catástrofe que ha vivido México”. En su discurso, enfatizó la importancia de mantener una clara separación entre el poder político y el económico, así como priorizar el bienestar del pueblo.
“Con el pueblo todo, sin el pueblo nada. No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”, subrayó Sheinbaum.
Un legado de la Cuarta Transformación
Sheinbaum definió la obra del Tren Maya como una “hazaña” y un “gran legado” del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Asimismo, reafirmó su compromiso de continuar los ideales y proyectos emblemáticos de la llamada Cuarta Transformación, refiriéndose a esta nueva etapa como “el segundo piso de la Cuarta Transformación”.
“Esto significa conservar nuestros ideales, nuestras causas, programas de Bienestar y continuar con las obras públicas, con la visión de que por el bien de todos, primero los pobres”, afirmó.
Visión turística y logística del Tren Maya
La mandataria anunció que su administración impulsará al Tren Maya como un destino turístico de relevancia mundial. Además, se planea integrar un tren de carga que fortalecerá el transporte de mercancías en el sureste mexicano y se conectará con el Tren Interoceánico, promoviendo el desarrollo económico de la región.
En la ceremonia estuvieron presentes los gobernadores de Quintana Roo, Chiapas, Tabasco, Yucatán y Campeche, así como los secretarios de Gobernación e Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
El tramo 7 es parte de los esfuerzos para consolidar al Tren Maya como un proyecto que no solo refuerza el turismo, sino también la conectividad y el desarrollo integral del sureste mexicano.
