Claudia Sheinbaum Toma Protesta como Presidenta con Vestido Artesanal Oaxaqueño

El 1 de octubre de 2024, Claudia Sheinbaum Pardo hizo historia al convertirse en la primera presidenta de México, tomando protesta en un evento celebrado en San Lázaro, Ciudad de México. Para esta ocasión trascendental, Sheinbaum lució un vestido diseñado, confeccionado y bordado a mano por Claudia Vásquez Aquino, una talentosa artesana de Oaxaca.

El vestido, de color marfil, corte midi, manga tres cuartos y cuello redondo, estaba adornado con bordados florales en los puños y la falda. Vásquez Aquino, visiblemente emocionada, compartió en una videollamada desde su taller, Lari Guie’, su sorpresa y felicidad por haber sido seleccionada para crear esta pieza. “Me da muchísima felicidad vivir este momento, no me lo esperaba”, comentó.

El proceso creativo detrás del vestido fue meticuloso y rápido. Vásquez Aquino explicó que, tras recibir la tela de algodón con elastano, se dedicó a preparar el boceto, seleccionar las flores y tonalidades, y bordar más de 100 flores a mano en solo cuatro días. “La emoción no me daba sueño para descansar, pero lo hice con mucho gusto”, añadió.

Cada flor en el vestido tiene un significado ancestral, rescatado de fotos familiares y huipiles heredados. Vásquez Aquino destacó el esfuerzo y dedicación invertidos en la prenda, creada en su taller familiar junto a sus hermanos y su madre. “Espero que a la doctora Claudia Sheinbaum le haya gustado el vestido. Es una pieza en la que va un pedacito de Oaxaca”, expresó.

Este momento no solo resalta la importancia del trabajo artesanal, sino también el valor histórico y simbólico de la prenda. Vásquez Aquino hizo un llamado a no regatear los trabajos artesanales, subrayando que cada pieza lleva consigo emoción, amor y dedicación. “Estos trabajos nos permiten generar ingresos y hacer crecer nuestro taller familiar”, afirmó.

Finalmente, Vásquez Aquino envió una felicitación a la nueva presidenta y, con lágrimas de felicidad, recordó su trayectoria desde que aprendió a bordar a los 10 años. “Me siento muy feliz de ver a la primera mujer presidenta de la historia portando una pieza bordada a mano, hecha directamente por artesanas”, concluyó.

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