La situación migratoria en México, particularmente en Tapachula, Chiapas, se ha vuelto cada vez más preocupante para miles de migrantes que temen quedarse atrapados debido a las posibles restricciones impuestas por el Gobierno mexicano. Pablo Carrera, un migrante ecuatoriano, expresó su angustia ante las condiciones en las que se encuentran. “Salimos de nuestro país con la meta de avanzar hacia la frontera, pero hay mucha denigración con los migrantes”, comentó, reflejando el sentimiento generalizado de incertidumbre.
Este malestar se ve intensificado por incidentes como el ocurrido el 1 de octubre, cuando militares mexicanos mataron a seis migrantes en Chiapas, un estado que alberga a más de 36,000 elementos de las Fuerzas Armadas trabajando en tareas migratorias. Además, Chiapas se encuentra entre las regiones más inseguras de México, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Inegi, que señala que el 92% de sus habitantes perciben altos niveles de inseguridad.
Ante la creciente preocupación, la presidenta Claudia Sheinbaum defendió su estrategia “humanitaria” de atención a la migración en la frontera sur, asegurando que el número de detenciones diarias de migrantes en la frontera con Estados Unidos ha disminuido en un 76% desde diciembre pasado. En su conferencia matutina, Sheinbaum destacó que su gobierno está trabajando en un proyecto integral para promover el desarrollo económico en Chiapas, con la intención de contener la migración hacia el norte.
María Amalia Toriello, quien asumirá la Secretaría de la Frontera Sur, comentó que su gestión se enfocará en ofrecer oportunidades laborales a los migrantes. “Si logramos ese desarrollo, vamos a garantizar un trato digno para los migrantes mientras estén aquí”, afirmó, señalando que se realizarán inversiones en infraestructura portuaria y municipal.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del gobierno, las cifras son alarmantes. México ha registrado un récord de 712,000 migrantes irregulares en el primer semestre de 2024, lo que representa un aumento del 193% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Activistas, como Rafael Alegría López, han instado al gobierno de Sheinbaum a priorizar la atención a los derechos humanos de los migrantes. “Es crucial ofrecer medidas que garanticen sus derechos y dar oportunidades a quienes deseen construir una vida en México”, señaló Alegría.
Con la posibilidad del regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, cuya política migratoria es conocida por su dureza, los migrantes en México se enfrentan a un panorama incierto, especialmente en la frontera sur, donde la violencia y la falta de oportunidades continúan siendo barreras significativas para quienes buscan un futuro mejor.