De Buenos Aires a Puebla: La historia de Florencia y su negocio de empanadas argentinas

Florencia Goldman dejó Buenos Aires, Argentina, en 2019 en busca de un mejor futuro en México junto con su pareja. Su destino inicial fue Cancún, donde un mes después de su llegada recibió la noticia de su embarazo. Aunque la noticia le llenó de alegría, con el nacimiento de su hijo los problemas con su pareja se intensificaron.

A los siete meses de haber dado a luz y debido al alcoholismo y drogadicción del padre de su hijo, Florencia decidió mudarse a Puebla, donde reside su padre desde hace dos décadas. Él se convirtió en su principal apoyo y asumió los gastos hospitalarios de su hija durante su estancia en Cancún.

“Nunca me pasó por la cabeza regresar a Argentina, yo vine con la idea de prosperar en México. Mi papá vive acá desde hace 20 años, por eso decidí mudarme a Puebla cuando mi hijo tenía siete meses de nacido. Soy mamá soltera porque el padre de mi hijo nunca se hizo cargo”, expresó Florencia.

En Puebla, su padre asumió el rol de figura paterna para su nieto, quien creció en un ambiente lleno de cariño y estabilidad. Sin embargo, las responsabilidades económicas aumentaban, por lo que Florencia decidió emprender su propio negocio con una receta tradicional de su familia: la elaboración de empanadas argentinas.

“En Argentina trabajaba como cajera de un banco, no sabía hacer empanadas. Fue mi papá quien me enseñó. Empecé vendiéndolas en la calle con la carriola de mi hijo, afuera de panaderías y tiendas de conveniencia”, recordó.

Durante cuatro años, Florencia vendió de manera ambulante en distintos puntos de la ciudad. Desde el centro de Puebla hasta estacionamientos de tiendas de conveniencia, hasta que, finalmente, logró establecerse en un food truck frente a la Secretaría de Movilidad y Transporte, en la colonia La Paz.

“Ha sido bastante difícil, pero en Puebla me he cruzado con gente muy buena. Si bien no ha sido sencillo salir adelante con mi hijo, la solidaridad de las personas ha hecho el proceso más llevadero. Tengo clientes desde hace cinco años que vienen hasta aquí para buscar mis empanadas”, aseguró.

Su negocio, Empanadas Argentinas La Porteña, ofrece una variedad de empanadas, desde las clásicas de elote, carne o fugazzeta, hasta opciones mexicanas como chicharrón con queso. También vende choripanes, alfajores, chimichurri y mate.

Hace dos años, su madre, Patricia, también decidió dejar Argentina para radicar en Puebla y apoyar a Florencia en la crianza de su nieto y en la preparación de los productos.

Pese a que su vida gira en torno a su negocio, la escuela y el bienestar de su hijo, Florencia está convencida de que México es su hogar.

“La verdad, no me regresaría a Argentina a vivir. Aquí tengo mejor calidad de vida, además, la gente de Puebla es solidaria y mi hijo está acostumbrado a la cultura de acá”, enfatizó.

Por su parte, Claudio Goldman, su padre, también reafirmó su decisión de permanecer en México. “No quiero regresar a Argentina porque mi esposa es poblana y ya tengo mi vida hecha aquí. Solo volvería para visitar, no para quedarme a vivir. México es un país con mucho potencial y una gran calidad de vida”, afirmó.

La historia de Florencia es una muestra del esfuerzo y la determinación de los migrantes que buscan construir un futuro mejor. A través del trabajo y la perseverancia, ha logrado convertir una receta familiar en un emprendimiento que le ha dado estabilidad a su familia en Puebla.

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