En Puebla, el caso de Marilyn Cote, quien se presentó como psiquiatra durante más de cinco años sin contar con las acreditaciones necesarias, ha desatado una ola de indignación y reflexión sobre la regulación del ejercicio médico en México. La Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios (DPRIS) confirmó que Cote carecía de cédula profesional y licencia sanitaria, requisitos indispensables para ejercer.
El consultorio, ubicado en la Torre Médica II del complejo Hospitales Mac Puebla, fue clausurado el pasado 7 de noviembre, y las autoridades iniciaron acciones legales en su contra. Durante su práctica, Cote llegó a recetar medicamentos controlados, aprovechándose de la confianza de sus pacientes.
En redes sociales, la controversia escaló cuando usuarios comenzaron a compararla con Hannibal Lecter, el icónico villano de El Silencio de los Inocentes. La comparación surgió tras la viralización de un video donde Cote aparece junto a Anthony Hopkins, actor que interpretó al célebre personaje. Si bien las acciones de Cote no son comparables a las atrocidades ficticias de Lecter, el apodo refleja la indignación social ante su negligencia.
Este caso reaviva el debate sobre la supervisión de profesionales médicos y los riesgos de la falta de regulación, subrayando la necesidad de verificar credenciales y exigir transparencia en los servicios de salud.