Durante la madrugada de este miércoles, intensas lluvias en el sureste de España provocaron una devastadora inundación que ha dejado hasta el momento 64 fallecidos y varias decenas de personas desaparecidas. Las zonas más afectadas incluyen la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, donde el fenómeno meteorológico conocido como Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), o “gota fría”, ha alcanzado una intensidad sin precedentes en décadas.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, había advertido a la población sobre el riesgo de las lluvias, pidiendo evitar salir de casa y mantenerse alejados de áreas cercanas a ríos y zonas costeras. Sin embargo, la DANA continuó incrementando su fuerza a lo largo de la noche, provocando desbordamientos de ríos, inundaciones en calles y la destrucción de viviendas, escuelas, hospitales y residencias de ancianos.
El gobierno español, liderado por el presidente Pedro Sánchez, expresó su solidaridad con las familias afectadas. Sánchez, quien interrumpió su gira en India, anunció la creación de un comité de crisis para coordinar esfuerzos de recuperación, subrayando el compromiso de “no dejar solos” a los afectados y proporcionar todos los recursos necesarios, incluidos fondos de la Unión Europea si se requiere.
La tragedia ha llevado al Congreso de los Diputados a suspender la mayoría de las actividades en señal de respeto, a excepción de un pleno extraordinario para abordar reformas en la normativa de la Radio Televisión Pública Española (RTVE).