El frío invernal y las redes sociales: cómo distinguir predicciones serias de alarmismos

Los modelos meteorológicos disponibles para el público tienen un alcance de hasta 16 días a futuro. Sin embargo, la precisión de los pronósticos disminuye con la distancia temporal debido al caos natural de la atmósfera. Este aspecto técnico suele ser ignorado por algunos usuarios de redes sociales, quienes comparten eventos extremos sin verificar su consistencia.

Para que un pronóstico pueda considerarse confiable, es esencial que exista persistencia en los escenarios mostrados por los modelos y un consenso entre ellos. Por ejemplo, desde finales de diciembre, el modelo GFS comenzó a indicar la llegada de masas de aire ártico a México para la primera quincena de enero. Este escenario fue respaldado posteriormente por otros modelos como el ECMWF, aunque con variaciones en su intensidad y alcance.

Actualmente, se anticipa la interacción de sistemas invernales como una DANA, la corriente en chorro y aire ártico con un frente frío, lo que podría generar lluvias, nevadas y frío intenso en varias regiones del país. Sin embargo, aún existen discrepancias entre los modelos en cuanto a las áreas afectadas y la magnitud del evento.

El modelo ECMWF, por ejemplo, sugiere lluvias intensas que superarían los 300 mm en regiones costeras del Pacífico y nevadas significativas en la Sierra Madre Occidental. Por su parte, el GFS prevé un impacto más moderado. Modelos como el alemán ICON y el canadiense GDPS presentan mayor volatilidad en sus predicciones, limitando su confiabilidad.

Los meteorólogos destacan que será entre el 5 y 6 de enero cuando el panorama se vuelva más claro, permitiendo determinar con mayor precisión la intensidad, duración y áreas afectadas por este posible temporal invernal. Mientras tanto, es importante interpretar los datos con cautela y evitar caer en alarmismos que no están respaldados por evidencia científica.

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