El presidente de Argentina, el ultraliberal Javier Milei, cumple un mes en el poder trabajando desde la residencia oficial de la Quinta de Olivos (provincia de Buenos Aires), donde mantuvo una reunión con su círculo más cercano.
La secretaria general de Presidencia, su hermana Karina Milei; el jefe de gabinete, Nicolás Posse, y el asesor Santiago Caputo acudieron hasta la finca situada al norte de la capital argentina para reunirse con el líder de La Libertad Avanza (ultraderecha) en su primer día oficial de teletrabajo tras completar el lunes la mudanza desde el hotel en el que residió durante los últimos meses.
El Ejecutivo confirmó que Milei solo trabajará en la Casa Rosada los martes y los jueves para las reuniones de gabinete ministerial, como ocurrió el martes, mientras que buena parte de la semana desarrollará sus tareas desde la residencia presidencial.
Milei tomó posesión del cargo el 10 de diciembre durante una ceremonia que tuvo lugar en el Congreso de la Nación, aunque su discurso inaugural lo dio a los pies del edificio público ante los seguidores que se agolpaban en la plaza.
El ‘outsider’ de la política, que llamó la atención de propios y extraños con sus discursos provocadores, su aspecto de estrella del rock y sus maneras chocantes -como exhibir una motosierra durante la campaña en una explicación de sus ideas sobre lo que iba a hacer con las cuentas públicas-, dio la gran sorpresa al ser el más votado en las elecciones PASO (primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) celebradas en agosto.
En la primera vuelta de los comicios de octubre, Massa se impuso, pero para el balotaje Milei obtuvo el respaldo de muchos votantes de la coalición centroderechista Juntos por el Cambio, cuya candidata, Patricia Bullrich, quedó fuera de la segunda vuelta y hoy integra el gabinete como ministra de Seguridad.
Su primer mes como presidente ha estado marcado por una hiperactividad reformista sin precedentes, que de momento ha sido recibida con duras críticas, pero casi no ha surtido efecto en el incierto escenario político, económico y social del país.
Por el momento, ha presentado dos polémicos paquetes de medidas en poco tiempo.
El primero, el decreto de necesidad y urgencia (DNU), firmado el 20 de diciembre y en vigor desde el 29, contempla la reforma de más de 300 normas legales. Entre ellas, permitirá privatizar empresas estatales, derogará leyes medioambientales y abrirá la puerta a las sociedades anónimas deportivas en el futbol.
El segundo es el proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, conocida como ‘ley ómnibus’ por sus 664 artículos, que está siendo debatida en el Congreso y que otorgará ‘superpoderes’ legislativos al Ejecutivo hasta finales de 2025 en virtud de una emergencia pública.