Este martes, Estados Unidos inició el conteo de votos en las elecciones presidenciales que definirán al sucesor de Joe Biden. Los primeros resultados muestran un panorama competitivo entre el expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris, quien busca hacer historia como la primera mujer presidenta del país.
Hasta ahora, Trump ha asegurado la victoria en varios estados tradicionalmente republicanos, como Indiana, Kentucky, Virginia Occidental, Carolina del Sur, Oklahoma, Misuri, Tennessee, Alabama, Florida, Arkansas, las Dakotas, Wyoming, Texas y Luisiana. Estos resultados afianzan el control republicano en el sur y el centro del país, y confirman que Florida, estado clave en elecciones pasadas, se ha consolidado como un bastión republicano desde la victoria demócrata de Barack Obama en 2012.
Por su parte, Kamala Harris ha logrado mantener el apoyo en estados como Vermont, Maryland, Washington D.C., Massachusetts, Delaware, Rhode Island, Nueva York e Illinois. Este respaldo en los estados del noreste y en áreas urbanas destaca el continuo apoyo demócrata en estas regiones.
Entre los resultados que llaman la atención se encuentra el condado de Osceola, en Florida, donde Trump lleva una ligera ventaja pese a que Joe Biden ganó allí por 14 puntos en 2020. Incluso en Miami, tradicionalmente inclinado hacia el Partido Demócrata, Trump lidera, lo que confirma la creciente tendencia republicana en el estado.
Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC, comenta que “Florida es ahora un estado rojo”, refiriéndose al cambio duradero en el apoyo político de este territorio.
A pesar de la ventaja inicial de Trump en varios estados, analistas políticos advierten que es prematuro sacar conclusiones, ya que aún faltan muchos votos por contar, especialmente en estados del oeste y en áreas urbanas que tienden a favorecer al Partido Demócrata.