Un operativo realizado por la Fiscalía General de la República (FGR) en la comunidad de Santa Ana Hueytlalpan, en Tulancingo, Hidalgo, el lunes pasado, desató un conflicto con la población local debido a la falta de coordinación y protocolos en la intervención, según el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca.
El mandatario hidalguense dijo que los agentes de la FGR actuaron de manera imprudente al no avisar previamente sobre el operativo, lo que generó un ambiente de desconfianza y tensión.
Menchaca calificó la actuación de la FGR como “una imprudencia” y señaló que “hubo un mal manejo, un mal protocolo” al utilizar armas de fuego, lo que puso en riesgo la seguridad de los habitantes.
“Sacaron armas de fuego, al parecer las utilizaron contra algunas personas“, dijo el gobernador a medios de comunicación.
Señaló que, la falta de información por parte de la FGR y la nula coordinación con las autoridades locales agravaron la situación, lo que llevó a los habitantes a retener a varios de los agentes de la FGR.
En respuesta, el gobierno estatal, explicó el mandatario, movilizó rápidamente a la Policía Municipal, la Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría de Justicia, para garantizar la seguridad de los involucrados.
El operativo se vio reforzado con la presencia del Ejército y la Guardia Nacional, quienes lograron rescatar a cinco personas, incluyendo dos agentes de inteligencia, y liberar a una persona golpeada.
Menchaca remarcó que, pese al rescate, la falta de protocolos y la desinformación por parte de la FGR fue lo que desencadenó el conflicto.
El saldo del incidente fue la quema de tres unidades, dos de ellas pertenecientes a la FGR, mientras que se reportaron tres personas lesionadas, que fueron trasladadas a hospitales y se encuentran fuera de peligro.
Aunque no hubo detenidos, las autoridades locales y federales han iniciado investigaciones para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades.