A pocos días del cambio de administraciones, varios municipios de Puebla, incluyendo Nopalucan, Tlapanalá, Izúcar de Matamoros, Tehuacán y la capital del estado, enfrentan graves problemas de adeudos, basura acumulada y acusaciones de mala gestión financiera.
En Nopalucan, trabajadores del Ayuntamiento se manifestaron el jueves pasado exigiendo el pago de tres quincenas que les adeuda el presidente municipal, Porfirio Peralta, quien les respondió que “ya no hay dinero”. Los empleados protestaron frente a la presidencia municipal en busca de una solución.
En Tlapanalá, el alcalde Silverio Galicia tampoco cumplió con el pago a los empleados del Ayuntamiento y suspendió actividades hasta el 15 de octubre, cuando inicie su segunda administración tras ser reelecto. Además, despidió a trabajadores del Sistema DIF municipal alegando falta de recursos. La situación en Tlapanalá también se ha agravado por un intento de linchamiento y la retención de cuatro personas acusadas de robo.
En Acatzingo, ejidatarios de la comunidad Carmen Serdán acusaron al Ayuntamiento de tirar basura en terrenos agrícolas, lo que provocó la indignación de los pobladores. El edil saliente, Abraham Martínez Jiménez, aseguró que otros municipios son los responsables de esta práctica y ordenó la limpieza de los terrenos.
En Tehuacán, la recolección de basura ha sido motivo de protestas, ya que los habitantes denunciaron que en algunas zonas el servicio ha dejado de funcionar por más de un mes. La molestia fue tal que algunos ciudadanos amenazaron en redes sociales con llevar la basura acumulada a la casa del alcalde.
En Izúcar de Matamoros, policías y agentes viales estuvieron en paro durante cinco días a finales de septiembre debido a la falta de pago de su aguinaldo. La presidenta municipal, Irene Olea, fue señalada por los uniformados de dejarlos sin gasolina para las patrullas, además de no abastecer de combustible a los camiones de basura.
En la capital poblana, el regidor Leobardo Rodríguez Juárez advirtió sobre un déficit financiero de 680 millones de pesos que la administración saliente dejará, aunque el alcalde Adán Domínguez Sánchez desmintió las acusaciones, asegurando que las finanzas del Ayuntamiento no están afectadas.
Estos problemas destacan las dificultades que varios municipios de Puebla enfrentan en la transición de gobiernos, con múltiples retos por resolver para las administraciones entrantes.