La estrella de segundo año de la Universidad del Sur de California, JuJu Watkins, sufrió una dolorosa lesión que puso fin a su temporada durante el partido de segunda ronda del torneo de baloncesto femenino de la NCAA contra Mississippi State. La jugadora, una de las favoritas para ganar el título de Jugadora Nacional del Año, avanzaba con el balón en un contraataque a mediados del primer cuarto cuando sufrió un violento choque con la base Chandler Prater. El impacto provocó que su rodilla derecha se doblara de manera antinatural, lo que la hizo caer al suelo de inmediato, tomando su rodilla con expresión de angustia.
El ambiente en el estadio se volvió tenso mientras el cuerpo médico ingresaba rápidamente para atenderla. Tras varios minutos de revisión, Watkins fue retirada de la cancha con evidente dolor, dejando en suspenso el futuro de su participación en el torneo. Poco después, la Universidad del Sur de California emitió un comunicado confirmando que la jugadora necesitaría cirugía y que su temporada estaba oficialmente terminada. Esta noticia fue un golpe devastador para los Trojans, quienes habían contado con Watkins como pieza fundamental de su equipo, destacándose como la líder en anotaciones y asistencias.
A pesar de la ausencia de su jugadora estrella, USC no se dejó amedrentar y continuó con su misión de avanzar en el torneo. Los Trojans lograron una victoria cómoda de 96-59 ante los Bulldogs, avanzando al Sweet 16. Sin embargo, la derrota de su estrella en un momento tan crucial para el equipo plantea nuevos desafíos para la Universidad del Sur de California en su camino hacia el campeonato nacional.
La gran responsabilidad de liderar al equipo recayó en la delantera senior Kiki Iriafen, quien tuvo una actuación espectacular al anotar 36 puntos, el máximo de la noche, además de capturar nueve rebotes. Iriafen mostró su capacidad para mantenerse enfocada y sacar adelante a su equipo a pesar de la adversidad.
Otro de los jugadores que se destacó en la ausencia de Watkins fue la base de primer año Avery Howell. Howell jugó muchos minutos y desempeñó un papel crucial al sumar 18 puntos y repartir seis asistencias sin perder un solo balón, contribuyendo de manera significativa a la victoria. La manera en que el equipo respondió ante la difícil situación de perder a su líder, reflejó la unidad y determinación de las jugadoras para seguir luchando por sus objetivos.
La entrenadora en jefe de la USC, Lindsay Gottlieb, expresó su orgullo por el rendimiento de su equipo luego de la desafortunada lesión de Watkins. “Obviamente, es un momento difícil, y muchas emociones están involucradas, pero la mayor de todas es el orgullo. Este equipo demostró carácter. Nunca quieres perder a una jugadora como JuJu, pero este grupo se levantó. Lo hicieron por ella, se apoyaron mutuamente y nuestra afición también nos respaldó. Estoy muy orgullosa de ellas, y creo que mostramos el tipo de equipo que realmente somos”, dijo Gottlieb.
Ahora, con la ausencia de su jugadora estrella, los Trojans se preparan para su siguiente desafío en el Sweet 16 contra Kansas State el próximo sábado en Spokane, Washington. Sin duda, el camino hacia el campeonato nacional será más complicado para USC sin Watkins, pero la victoria contra los Bulldogs mostró que el equipo está dispuesto a luchar con todo para superar la adversidad y seguir avanzando en el torneo.
