La inflación general en México dio una tregua durante diciembre de 2024, cerrando el año con una tasa anual de 4.21%, su nivel más bajo desde febrero de 2021, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este resultado superó las expectativas de los analistas, que proyectaban una inflación del 4.3%.
Entre los productos con mayor reducción en sus precios destacan la papaya, el tomate verde, la cebolla, el huevo y el chile serrano. En contraste, los incrementos más significativos se observaron en el pollo, el transporte aéreo y los servicios ofrecidos en fondas, loncherías y taquerías. Este dato marca el segundo mes consecutivo de desaceleración en la inflación del país.
Sin embargo, la inflación subyacente, que excluye los productos más volátiles y es considerada un mejor indicador de la tendencia de precios, mostró un incremento anual del 3.65% en diciembre tras 22 meses de descenso. A nivel mensual, los precios crecieron un 0.38%, mientras que el índice subyacente subió un 0.51%, impulsado principalmente por el alza en precios de vivienda y servicios relacionados con alimentación y turismo.
Pese a la tendencia a la baja, la inflación aún se encuentra lejos del objetivo del Banco de México, que busca mantenerla en un rango del 3%. No obstante, este panorama refuerza la posibilidad de que el banco central continúe con recortes en la tasa de interés durante 2025, tras haberla reducido a 10% en su última decisión de política monetaria en 2024.
Expertos como Gabriela Siller, de Banco Base, advierten sobre riesgos latentes que podrían influir en el comportamiento de los precios, incluyendo factores externos como la postura proteccionista de Donald Trump, la depreciación del peso mexicano y el déficit presupuestal. Mientras tanto, Citi Banamex prevé que la inflación cierre 2025 en 3.8% y que en 2026 repunte ligeramente a 4%.