A pesar de que el estado ocupa el séptimo lugar nacional en producción de leche de bovino, con 449 millones de litros al año, de acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, en la zona Puebla-Tlaxcala existen mayoritariamente unidades de producción familiar que venden su producto a intermediarios a bajo precio, y con el paso del tiempo abandonan esta actividad por falta de desarrollo tecnológico y no ofrecer un valor agregado a ésta.
Ante esta problemática, académicos de la Facultad de Ciencias de la Electrónica (FCE) de la BUAP, Luis Armando Moreno Coria y Gerardo Mino Aguilar, desarrollaron un sistema de pasteurización solar, capaz de elevar la temperatura del producto a 90 grados por unos segundos y después reducirla a 4 grados para controlar el riesgo de crecimiento microbiano. Con ello, proporcionan tecnologías accesibles a los pequeños productores para asegurar la inocuidad de la leche y mejorar sus ingresos.
El doctor Moreno Coria señaló que el dispositivo consiste en un tren de calibración fabricado con acero inoxidable, en el cual se controla temperatura, presión y velocidad de fluido. Para monitorear la temperatura se usó una cámara termográfica. Este proyecto derivó de la tesis del estudiante de maestría Alejandro Téllez Ramírez.
“En el repositor inicial se colocó el producto a temperatura ambiente y mediante válvulas se aumentó o disminuyó el flujo de la leche hacia el sistema de concentración solar. Allí se elevó la temperatura y se midió si era la adecuada; en caso contrario, se hizo más lento el proceso. Posteriormente, a través de termoelectricidad se redujo la temperatura del líquido para alcanzar el punto óptimo hasta llegar al repositorio final”, explicó.
De manera previa, los investigadores implementaron un sistema de seguimiento solar para conocer a detalle la cantidad y calidad de energía recibida, así como el número de paneles, la potencia del inversor y sistemas de protección a utilizar. “El seguimiento solar se da para incrementar la producción de energía eléctrica”, refirió el doctor Moreno Coria.
Mediante ecuaciones se determinó la ubicación precisa del Sol, tanto en altura como en azimut (ángulo que con el meridiano forma el círculo vertical que pasa por un punto del globo terráqueo).
De esta manera “se diseñó un radiómetro solar con dos grados de libertad y cuyo principio de funcionamiento se basa en la programación astronómica. Este seguimiento permitió realizar un sistema de concentración solar a través de lentes de Fresnel para pasteurizar leche”, especificó el también responsable del Laboratorio de Energías Renovables de la FCE.