Este lunes, las calles del Centro Histórico de Puebla amanecieron cerradas como parte de un operativo anti-ambulantes implementado por la Policía Municipal y los Inspectores de Vía Pública. Este dispositivo abarca desde la 2 hasta la 14 Poniente, entre las calles 3 y 7 Norte, y tiene como objetivo principal evitar la instalación de vendedores informales, especialmente aquellos pertenecientes a la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) “28 de Octubre”.
Los vendedores ambulantes, que habían anunciado su intención de retomar las principales calles para ofrecer productos relacionados con el Día de Muertos, la Navidad y el Día de Reyes, se encontraron con la zona completamente bloqueada desde la madrugada. Patrullas de la corporación cerraron el acceso y establecieron filtros de revisión para controlar la entrada de personas en esta área clave de la ciudad.
Como consecuencia inmediata del operativo, se reportaron problemas de caos vial y desvíos en las rutas de transporte colectivo que suelen transitar por el Centro, afectando tanto a residentes como a turistas que visitan este punto durante la temporada alta.
Entre las acciones clave del operativo se incluyen el cierre de la circulación vehicular en áreas de mayor afluencia, la instalación de filtros de revisión por parte de la Policía Municipal y la presencia de inspectores para impedir la instalación de vendedores ambulantes.
Se espera que en las próximas horas las autoridades municipales emitan un comunicado informando sobre las acciones que se llevarán a cabo en los días siguientes, con el fin de prevenir que una de las zonas más turísticas del país se convierta en un mercado informal. El tema de los ambulantes ha sido un punto de tensión en Puebla durante años, y estos operativos buscan mantener el control de la vía pública y proteger la imagen del Centro Histórico, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad. Sin embargo, las demandas económicas de los vendedores informales continúan generando presión en cada temporada alta.