El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, asume este sábado su segundo mandato, luego de haber arrasado en las últimas elecciones en un comicio controvertido por una razón: la Constitución del país centroamericano prohíbe la reelección inmediata.
Bukele, el primer “presidente milénial” de América Latina, llegó a la primera magistratura con la promesa de que en cinco años haría de El Salvador “un ejemplo de que un pueblo puede seguir adelante si así lo desea”. Por lo visto, el pronóstico quedó corto.
Aunque el país ha avanzado en temas neurálgicos, como la seguridad, lo cierto es que ha sido con cuestionados métodos que reciben las miradas de reojo de los organismos internacionales por la ‘mano dura’ en las calles.
Por otro lado, las promesas de instalar una suerte de ‘Silicon Valley’ centroamericano aún está lejos en los hechos, pero sigue intacta en el discurso de Bukele, que ahora redobla la apuesta para otros cinco años con una mano de ases: popularidad, poder mediático, resonancia internacional y una estrategia de comunicación imbatible.