Que la población latinoamericana en EE.UU. se identifica mayormente con el Partido Demócrata es una realidad mostrada por la demoscopia. Empero el martes giró al apoyar al republicano Donald Trump, el mismo que ha basado parte de su campaña en dichos contra migrantes.
A medida que pasen las horas los datos irán encuadrando el marco de una arrolladora victoria trumpista que llevó al Partido Republicano a imponerse en el Senado y aspirar a quedarse con la Cámara de Representantes, pero medios locales ya ponen números al resultado entre latinos.
Kamala Harris, actual vicepresidenta y candidata demócrata, se quedó con el 53 % de los votos hispanos, mientras que Trump cosechó el 45 %, una estadística que ningún republicano había conseguido hasta el momento. Lo más cercano fue el 44 % de George W. Bush en 2004.
Un estudio reciente de Axios había mostrado que cuando los nominados demócratas obtienen menos del 64 % del voto latinoamericano, por lo general pierden. Y se repitió.
“El viraje es básicamente por temas económicos”, señala el analista internacional residenciado en el país norteamericano, Luis Felipe Polo. “Los latinos en EE.UU. hacen un esfuerzo muy grande por el tipo de trabajo que tienen”, añade en entrevista con este medio.
La actual administración de Joe Biden cierra con estadísticas agridulces. Aunque ha controlado la inflación, el aumento de precios para este segmento poblacional es crucial y la economía no repunta al nivel que esperaban sus asesores en un año electoral.