La violencia en México y la respuesta de Estados Unidos: Un desafío crítico para la seguridad y la economía

En los últimos años, México ha sido testigo de un aumento alarmante de la violencia y el crimen organizado, lo que ha puesto en evidencia las debilidades de las políticas de seguridad y justicia del país. Esta situación no solo ha afectado a los ciudadanos mexicanos, sino que también ha provocado tensiones diplomáticas con Estados Unidos, que ha decidido clasificar a los cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTOs) y amenazar con imponer aranceles a las importaciones mexicanas, como una medida de presión para que el país tome acciones más efectivas contra el crimen.

El Auge de la violencia en México

Al cierre del sexenio anterior, México alcanzó cifras récord en homicidios y violencia política, lo que afectó gravemente la vida cotidiana en varias regiones del país. La inseguridad no solo cobró miles de vidas, sino que también impactó en sectores vitales como la educación, con una disminución en la asistencia escolar en áreas dominadas por la violencia. En paralelo, Estados Unidos enfrentó una crisis de salud pública debido al consumo de fentanilo, droga que, en gran medida, es traficada por los cárteles mexicanos, lo que ha empeorado la relación bilateral.

Políticas de seguridad fallidas

Las estrategias implementadas por el gobierno mexicano no han logrado contener el avance del crimen organizado y, en algunos casos, han sido percibidas como ineficaces. Entre las políticas cuestionadas destacan:

  • “Abrazos, no balazos”: Esta estrategia, que intentó reducir los enfrentamientos directos con los cárteles, fue vista por muchos como una muestra de debilidad.
  • Militarización innecesaria: La intervención de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública, sin una estrategia coherente, ha sido otro factor que ha generado críticas.
  • Recortes en seguridad: La eliminación del Programa de Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg) debilitó a las policías locales.
  • Reforma judicial controvertida: La reciente reforma judicial ha sido criticada por debilitar la independencia judicial, lo que podría facilitar la infiltración del crimen organizado en las instituciones del poder judicial.

La respuesta de Estados Unidos

El presidente Donald Trump, al iniciar su segundo mandato, adoptó una postura más firme hacia México, especialmente respecto a la lucha contra los cárteles de drogas. El 20 de enero, Estados Unidos designó oficialmente a los cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTOs) y amenazó con imponer un arancel del 25% a las importaciones mexicanas a partir del 1 de febrero, a menos que México incrementara su colaboración para combatir el tráfico de fentanilo y la inmigración irregular.

Implicaciones de la designación como FTOs

La clasificación de los cárteles mexicanos como FTOs tiene implicaciones severas:

  • Prohibición de apoyo: Se prohíbe cualquier apoyo o recurso a estas organizaciones por parte de personas bajo jurisdicción estadounidense.
  • Congelamiento de activos: Los activos asociados a los cárteles podrían ser congelados en los Estados Unidos.
  • Sanciones a empresas: Las empresas que, aunque no lo deseen, tengan vínculos con los cárteles enfrentarán sanciones económicas.

Esta designación complica las relaciones comerciales y financieras entre ambos países, ya que las empresas deben implementar medidas estrictas para evitar vínculos con el crimen organizado.

Impacto de los aranceles en la economía mexicana

De concretarse la amenaza de aranceles, la economía mexicana podría verse seriamente afectada:

  • Industria exportadora afectada: Sectores como el automotriz, alimentario y energético, que dependen en gran medida del comercio con Estados Unidos, sufrirían un impacto negativo.
  • Incremento de precios en EE.UU.: Productos clave como automóviles y alimentos podrían experimentar aumentos en sus precios, afectando a los consumidores estadounidenses.
  • Inflación y desaceleración económica: Se proyecta que la economía mexicana se desacelere, con un crecimiento reducido a solo 0.6% para 2025.

Una oportunidad para México

A pesar de la situación crítica, este escenario representa una oportunidad para que México repiense y refuerce su estrategia de seguridad, con el objetivo de recuperar el control y la estabilidad:

  • Fortalecimiento de instituciones: Es necesario invertir en la capacitación y fortalecimiento de las policías locales y las fiscalías.
  • Cooperación internacional: La colaboración estrecha con Estados Unidos y otros países es crucial para combatir el tráfico de drogas y armas.
  • Reformas judiciales: Garantizar la independencia del poder judicial y promover acciones contra la corrupción es esencial para evitar la infiltración del crimen organizado.

La presidenta Claudia Sheinbaum tiene la oportunidad de liderar un cambio significativo en la política de seguridad pública, implementando medidas que respondan a las presiones externas y a las demandas de los ciudadanos por un México más seguro y estable.

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