Un menor de 13 años tuvo que fingir su propia muerte para lograr escapar de sus secuestradores, quienes lo golpearon con un machete y le causaron lesiones con un cuchillo antes de arrojarlo a una barranca en Acatlán de Osorio. Tras la captura de los presuntos responsables, estos han sido sentenciados a más de 46 años de prisión.
El secuestro del adolescente ocurrió el 29 de enero de 2014, cuando la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla (PGJ) inició la investigación correspondiente. Según la Fiscalía de Puebla, el joven salió de su hogar en la colonia Tres Cruces con dirección a su escuela secundaria.
Jesús N., alias “El Garrote” o “El Cadáver”, quien era expareja de la abuela del menor, ofreció llevarlo en su taxi. Posteriormente, Fredy José, alias “El Gordo”, y Antonio, alias “El Mota”, se unieron al viaje y amenazaron al joven con un machete y un cuchillo, simulando una agresión al conductor.
Los captores llevaron al menor a una casa de seguridad, donde realizaron llamadas a su abuela para exigir un rescate, sabiendo que ella era prestamista. La familia del menor logró reunir 47,500 pesos, que fueron entregados en las inmediaciones de San Vicente Boquerón.
Una vez que cobraron el rescate el 2 de febrero de 2014, los secuestradores llevaron al joven a un cerro, donde lo golpearon con un machete y le provocaron lesiones en la cara, manos y otras partes del cuerpo. Para engañar a sus captores, el adolescente se quedó inmóvil, haciéndoles creer que había muerto. Posteriormente, lo arrojaron a una barranca cercana.
A pesar de las circunstancias, el joven logró caminar varias horas hasta llegar a su hogar, desde donde fue trasladado a un hospital para recibir atención médica.
La Fiscalía detuvo a los tres presuntos secuestradores el 5 de febrero de 2014, tras corroborar su participación en el delito. El 13 de febrero del mismo año, se les dictó auto de formal prisión.
El 25 de enero de 2019, se dictó una sentencia condenatoria; sin embargo, tras una apelación, la Tercera Sala en materia penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado dejó insubsistente esta sentencia el 14 de noviembre de 2019.
Finalmente, el 30 de septiembre de 2024, la Fiscalía logró que se dictara una nueva sentencia en contra de los tres acusados, imponiéndoles una pena de 43 años, siete meses y cinco días de prisión, así como una multa de 443,390 pesos, además de 63,777 pesos por reparación del daño moral y 45,700 pesos por daño material.