El gobierno de México ha lanzado una ambiciosa estrategia para combatir enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y obesidad, que afectan a millones de personas y representan una de las principales causas de mortalidad en el país. Durante la conferencia mañanera del 26 de noviembre de 2024, David Kershenobich Stalnikowitz, secretario de Salud, subrayó que estas condiciones están relacionadas con estilos de vida poco saludables, tales como el sedentarismo, una dieta desequilibrada, el consumo excesivo de alcohol y factores genéticos y metabólicos.
El plan comenzará a implementarse el 1 de enero de 2024 y se enfocará en una campaña nacional de detección temprana de factores de riesgo, como hipertensión, colesterol elevado, obesidad y enfermedad renal crónica. A través de esta campaña, se espera monitorear a más de 500,000 personas, con el fin de identificar señales de alerta y prevenir el desarrollo de enfermedades graves.
El plan pone un fuerte énfasis en la mejora de la salud metabólica de la población, promoviendo una alimentación balanceada, ejercicio regular y cuidado de la salud mental. Además, el objetivo es reducir la incidencia de estas enfermedades crónicas en un 5-10% en los próximos seis años, lo que aliviaría la carga sobre el sistema de salud y mejoraría la calidad de vida de los mexicanos.
Para garantizar el éxito de la iniciativa, se integrarán recursos tecnológicos y educativos que faciliten la adopción de hábitos más saludables entre la población. Además, se destinarán esfuerzos a capacitar al personal médico para mejorar la atención preventiva y se promoverá la participación comunitaria en la implementación de las medidas.
Con esta estrategia integral, el gobierno mexicano reafirma su compromiso con la prevención como un eje fundamental para enfrentar los retos que representan las enfermedades crónicas en el país, mejorando la calidad de vida y reduciendo la presión sobre el sistema sanitario.
