Durante 2024, cerca de 90 mil migrantes apátridas provenientes de Asia y África han enfrentado serios obstáculos para regularizar su estancia en México, de acuerdo con Roberto Rosales, encargado del área de naturalización de Sin Fronteras, una institución de asistencia privada. Esta situación, señaló, responde a factores como la falta de capacitación y la ausencia de procedimientos administrativos claros en dependencias como la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y el Instituto Nacional de Migración (INM).
Incremento en la migración asiática y africana
México ha registrado un aumento significativo en la llegada de migrantes de estos continentes. Según datos oficiales, en 2024 llegaron 45,624 personas de Asia, destacando China e India con más de 12,000 migrantes cada uno. Esto representa un incremento del 423% respecto al año anterior. Por otro lado, 43,332 personas de África ingresaron al país, siendo Guinea y Senegal los principales países de origen. La migración africana tuvo un crecimiento del 915%, lo que refleja un cambio drástico en las rutas migratorias hacia Estados Unidos.
La situación de los apátridas
Los apátridas, personas que no son reconocidas como nacionales por ningún Estado, enfrentan barreras significativas para acceder a derechos básicos como educación, empleo formal e identidad legal. Rosales destacó que estas personas son las más invisibilizadas dentro del contexto migratorio, ya que carecen de representación consular y documentación.
Entre 2008 y 2023, México solo ha naturalizado a cinco apátridas, lo que evidencia la falta de acciones concretas para atender esta problemática. Según Rosales, los requisitos actuales, como residir al menos cinco años en México, aprobar un examen de cultura general y español, y presentar actas de nacimiento apostilladas, dificultan el acceso a este proceso.
Propuestas y recomendaciones
Organizaciones como Sin Fronteras y el ACNUR han propuesto flexibilizar los trámites de naturalización, eliminando requisitos como la presentación de actas de nacimiento. Asimismo, se ha sugerido implementar un procedimiento similar al de refugio para facilitar la integración de los apátridas y garantizar su derecho a una identidad.
Rosales subrayó que la apatridia es una crisis humanitaria que requiere atención urgente. Es necesario que el Estado mexicano cumpla con normativas internacionales y adopte medidas efectivas para proteger los derechos de esta población vulnerable.