En el marco del proyecto de modernización de carreteras impulsado por el Estado de Puebla, el gobernador Alejandro Armenta presentó un ambicioso plan para ampliar la autopista México-Puebla, una vía con 62 años de operación que enfrenta severos problemas de congestionamiento. La iniciativa busca resolver los cuellos de botella que afectan el tránsito diario en esta importante conexión interestatal.
La ampliación de la autopista, aprobada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) del Gobierno Federal, comprenderá el tramo entre el Estadio Cuauhtémoc y Amozoc. Aunque se trata de una obra de carácter federal, el Estado asumirá tareas complementarias, como el mantenimiento de un bajo puente en la zona.
Adicionalmente, el Gobierno estatal desarrollará una carretera alterna para descongestionar el tránsito pesado en rutas estatales, afectadas por percances o interrupciones en la autopista. Este nuevo vial, que responde a la alta demanda vehicular de más de cien mil unidades diarias, promete mejorar la movilidad y seguridad en la región.
Por otro lado, se planea un circuito carretero en la región Mixteca, diseñado para conectar Puebla con estados vecinos mediante vías modernas y seguras. Asimismo, se proyecta una carretera que una los emblemáticos volcanes Popocatépetl e Iztacíhuatl, facilitando el acceso a los futuros centros de entrenamiento deportivo en la zona. Este conjunto de obras refleja un compromiso con el desarrollo integral y estratégico de la infraestructura en Puebla.