La agencia calificadora Moody’s ha modificado a negativa la perspectiva de la calificación soberana de México, argumentando un debilitamiento en el marco institucional y en la formulación de políticas, lo que podría comprometer los resultados fiscales y económicos del país. Actualmente, México mantiene una calificación de “Baa2” en Moody’s, dos niveles por encima del grado de inversión, pero la perspectiva negativa sugiere una probabilidad de recorte en un periodo de 6 a 12 meses.
Según Moody’s, el endurecimiento en el gasto público y el aumento del déficit fiscal dificultan los esfuerzos de consolidación fiscal en el país. La agencia expresa preocupación ante la rigidez del presupuesto, que complica la sostenibilidad de la deuda y la viabilidad de mantener un balance fiscal saludable.
Adicionalmente, Moody’s advierte que una eventual reforma constitucional en México podría debilitar los controles y equilibrios dentro del sistema judicial, lo que tendría un posible efecto negativo en la solidez económica y fiscal del país. Esta situación plantea un panorama de mayor riesgo para la estabilidad financiera y la capacidad de México de mantener su calificación crediticia actual.