El municipio de Huitzilac, al sur de la Ciudad de México, vivió un día de alarma el martes 13 de enero, luego de un ataque armado que dejó cinco muertos, horas después de que cinco personas fueran asesinadas en la misma zona el año pasado. En el ataque reciente, cinco personas fueron interceptadas por hombres armados en dos vehículos, quienes abrieron fuego contra ellos mientras caminaban por la calle Benito Juárez, ubicada en el centro del municipio.
Las víctimas pertenecían a la Planilla Morada, uno de los seis grupos comunales que actualmente compiten para gestionar las tierras y bosques de la región. Las víctimas fueron un hombre y una mujer, miembros de la comunidad, quienes se encontraban realizando campaña para unas elecciones programadas para marzo. Tras el ataque, los cuerpos de las víctimas quedaron tendidos en la vía pública, mientras los agresores huyeron del lugar.
Blanca Delgadillo, madre de uno de los fallecidos, José Cuevas, un agricultor que dejó esposa e hijos, lamentó el hecho y comentó que desde hace años había advertido sobre los riesgos de participar en este tipo de actividades debido a los problemas violentos en la región. “Él era un hombre de puro trabajo”, recordó Delgadillo entre lágrimas.
Huitzilac, una comunidad agrícola con aproximadamente 20,000 habitantes, ha estado marcada por la violencia en los últimos años, lo que ha generado un ambiente de miedo entre los residentes. Este ataque se produce ocho meses después de otro asesinato masivo, ocurrido en mayo de 2024, en el que ocho personas perdieron la vida. En ese caso, aún no ha habido justicia.
El alcalde de Huitzilac, César Dávila Díaz, condenó los asesinatos y señaló que hechos de esta magnitud afectan la percepción del municipio como “foco rojo”. A pesar de que descartó la presencia de cárteles del narcotráfico en el ataque, expresó su preocupación por la falta de información sobre lo sucedido.
Las autoridades estatales respondieron al ataque enviando 200 elementos de la Guardia Nacional a patrullar las calles, además de los 38 policías locales y estatales que ya se encargan de la seguridad del municipio. Sin embargo, los residentes como José Romero, agricultor local, expresaron que la seguridad en el pueblo es irregular, dependiendo de la presencia de fuerzas de seguridad. “Cuando la Guardia Nacional no está presente, ocurren este tipo de ataques”, señaló.
Este ataque forma parte de una ola de violencia en todo México, donde las organizaciones criminales luchan por el control de territorios clave para actividades ilícitas como el tráfico de drogas, armas y personas. La administración de Claudia Sheinbaum ha intensificado sus esfuerzos para combatir el crimen organizado, pero la violencia continúa afectando a comunidades de todo el país, incluyendo a aquellos involucrados en disputas territoriales como las que se viven en Huitzilac.
