El Vaticano confirmó la presencia del papa Francisco en la misa de la Vigilia del Sábado Santo, que se celebrará en la basílica de San Pedro, después de que el viernes renunció a última hora a presidir el vía crucis en el Coliseo de Roma para “proteger su salud” de cara a los próximos ritos de la Semana Santa.
A pocos minutos del inicio del vía crucis, la oficina de prensa del Vaticano informó de que “para salvaguardar la salud ante la vigilia de mañana y la Santa Misa del Domingo de Resurrección”, Francisco seguiría el vía crucis del Coliseo desde su residencia, la Casa Santa Marta.
Mientras que esta sábado, la oficina de prensa confirmó la presencia en la Vigilia del papa, en una de las ceremonias más largas, de casi 3 horas, de la tradición católica.
Este viernes, todo estaba preparado, el dispositivo de seguridad a lo largo del camino desde el Vaticano, la organización preparada para recibir al papa en le Coliseo y 25 mil fieles presentes, así como el sillón blanco en el palco instalado en la colina del Palatino y quedó vacía.
El año pasado tampoco Francisco, que acababa de salir del hospital por una bronquitis, acudió al Coliseo por recomendación de los médicos y seguramente así fue también en esta ocasión después de las dos horas que duró la celebración de la Pasión del Señor en la tarde de ayer y el frío y la humedad en la noche romana.
Por el momento, también se confirma la misa de Resurrección del domingo y mensaje Pascual y la bendición urbi et orbi desde la logia central de la basílica vaticana.
Francisco, de 87 años, que ha padecido problemas respiratorios en los últimos tiempos, presidió, aparentemente sin problemas, la misa del Jueves Santo en una cárcel de mujeres de Roma y este viernes la ceremonia de la pasión de Cristo en la basílica de San Pedro.