Esta enfermedad afecta a millones de personas y se ha posicionado como la principal causa de mortalidad de origen cardiovascular en hombres y mujeres adultas a partir de los 55 años en el mundo
En el Día Mundial de la Insuficiencia Cardiaca, que se conmemora cada 9 de mayo, especialistas de TecSalud destacaron que hasta 8 de cada 10 personas podrían sobrevivir a enfermedades cardiacas si se implementa un tratamiento y seguimiento adecuado para cada paciente.
La insuficiencia cardíaca es una condición que limita la función del corazón derivada de diversas enfermedades como hipertensión, infartos, infecciones o enfermedades metabólicas. La función principal del corazón es bombear sangre hacia los órganos vitales; sin embargo, cuando el corazón no puede hacerlo adecuadamente, se produce una falla cardiaca.
El especialista en cardiología clínica e intervencionista en el Instituto de Cardiología y Medicina Vascular de TecSalud, Vicente Jiménez, refiere que “cuando la insuficiencia cardiaca se manifiesta de forma súbita o aguda conlleva una complicación conocida como choque cardiogénico, produciendo daño en los tejidos”.
Esta enfermedad afecta a millones de personas y se ha posicionado como la principal causa de mortalidad de origen cardiovascular en hombres y mujeres adultas a partir de los 55 años en el mundo.
El rector de TecSalud, Guillermo Torre, explicó que los síntomas de una falla cardiaca incluyen: “falta de aire, cansancio, dificultad para respirar, hinchazón en los pies y fatiga. Además, pueden presentarse arritmias que se manifiestan como palpitaciones o, en ocasiones, desmayos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este conjunto de síntomas también puede ser causado por otras condiciones que no están relacionadas con el corazón”.
Debido a que la insuficiencia cardíaca se desarrolla gradualmente a lo largo del tiempo por un deterioro progresivo en la función del corazón, los especialistas recomiendan que partir de los 40 años se inicien controles médicos para detectar cualquier indicio clínico de enfermedades cardiovasculares.
Entre las pruebas para diagnosticar el padecimiento adecuadamente se encuentra el ecocardiograma, estudio no invasivo considerado como la primera línea para la detección y evaluación de la insuficiencia cardíaca, así como otras pruebas complementarias de laboratorio y la resonancia magnética.
El doctor Jiménez resaltó la importancia de tratar a los pacientes mediante un abordaje multidisciplinario para mejorar la eficacia del tratamiento, garantizar un seguimiento adecuado para cada persona y así reducir la tasa de hospitalización.