La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha anunciado una iniciativa de reforma para limitar la herencia de poder entre familiares en los cargos de elección popular, especialmente en las alcaldías. La medida busca combatir el nepotismo y fomentar mayor diversidad política, según Maribel Flores Sánchez, investigadora del Tecnológico de Monterrey en Puebla.
En Puebla, esta problemática quedó evidenciada en el reciente proceso electoral, donde en 18 municipios el poder fue transferido entre hermanos, hijos, parejas y primos, perpetuando clanes familiares en el gobierno local. Entre los casos más destacados está Amozoc, donde Mario de la Rosa Romero entregó el cargo a su hermano Margarito Severiano de la Rosa, extendiendo el control familiar a nueve años bajo el respaldo de Morena.
Otros ejemplos incluyen Francisco Z. Mena, donde Gildardo Vargas García fue sucedido por su hermano Víctor Francisco, y San Pablo Anicano, donde Amadeuz Cuadrado dejó el cargo a su hermana Lluvia de Nieve Cuadrado, ambos respaldados por el PRI.
Sheinbaum propone que familiares directos de un edil en funciones deban esperar al menos un periodo antes de aspirar al mismo cargo. De aprobarse, la reforma podría implementarse en la elección intermedia de 2027. Flores Sánchez subraya que el éxito de esta medida dependerá de una colaboración efectiva con los partidos políticos, ajustando sus métodos de selección de candidatos.
La iniciativa también aborda situaciones donde parejas y primos asumen el control de las alcaldías, como en San Andrés Cholula y Zacatlán. En ambos casos, los ediles salientes entregaron el poder a sus esposas, quienes ahora lideran las administraciones.
Con esta reforma, el Gobierno de México busca romper los ciclos de poder concentrado en familias, priorizando la pluralidad y la representación democrática.