La polémica en torno a Marilyn Cote, conocida en redes sociales como la “falsa psiquiatra,” ha generado una intensa discusión en Puebla y en el ámbito digital. Cote, quien realmente es abogada y originaria de Tlaxcala, no representa al gremio de la salud, que en Puebla cuenta con destacados especialistas reconocidos a nivel internacional. Su caso ha resaltado la importancia de distinguir entre profesionales auténticos y personas sin la preparación adecuada.
Entre los médicos de prestigio, destaca el Dr. Alfredo Victoria, quien, además de incursionar en la política, se convirtió en un referente en el tratamiento de COVID-19 durante la pandemia. Otro profesional notable es el Dr. Hugo Eloy Meléndez, de la BUAP, quien ha sido un pilar en la formación de nuevos médicos, y el Dr. Guillermo Ruíz Argüelles de la UDLAP, cuya labor en hematología ha sido reconocida por el American College of Physicians y la Clínica Mayo.
Desde el 5 de noviembre, el caso de Cote se viralizó, en parte, debido a sus afirmaciones de curar la depresión en ocho días y la ansiedad en tres, sin contar con una cédula profesional que la avale como psiquiatra. Además, se le acusa de diagnósticos y tratamientos inadecuados que han afectado a varios pacientes.
Por otra parte, especialistas como el Dr. José Antonio Martínez García, exsecretario de Salud de Puebla, lograron un manejo ejemplar de la pandemia en el estado. Su gestión fue reconocida por el gobierno federal, posicionando a Puebla como referente en la vacunación contra COVID-19.
Con este panorama, los verdaderos profesionales de la salud en Puebla continúan su labor en la ciencia y la medicina, respetando el juramento hipocrático y aportando al bienestar de la sociedad.