Las reformas estructurales generan inquietud, pero son necesarias para la evolución institucional, opinó Carolina Villagrán Salinas, visitadora judicial del Consejo de la Judicatura Federal (CJF). Estas transformaciones incluyen la creación de un Tribunal Disciplinario y la reconfiguración del CJF como un órgano administrativo, medidas que buscan corregir problemas internos y fortalecer la ética en el Poder Judicial de la Federación (PJF).
Villagrán, con más de 20 años de experiencia en el PJF y actualmente responsable de supervisar los juzgados y tribunales del país, señaló que el Poder Judicial enfrenta una crisis de confianza debido a ciertos titulares “enfermos de poder”, que buscan manipular y controlar sus entornos. Reconoció que este problema ha afectado la percepción pública, generando desconfianza entre la ciudadanía.
“Nos equivocamos socialmente, y la consecuencia es que el pueblo de México actualmente no confía en nosotros. Los impartidores de justicia debemos ganarnos esa confianza nuevamente dignificando nuestra labor”, enfatizó Villagrán, quien destacó la necesidad de poner en marcha cambios significativos cuando los sistemas actuales dejan de funcionar.
Con apenas 19 visitadores para cubrir la supervisión de todos los juzgados y tribunales federales del país, Villagrán subrayó la limitación de recursos y personal en el CJF, lo que representa un desafío adicional para cumplir con su mandato de vigilancia. Ante la magnitud de su tarea, estos visitadores tienen la responsabilidad de garantizar que los funcionarios del PJF cumplan con estándares éticos y de integridad en cada instancia judicial.
Estas reformas buscan no solo mejorar la administración del sistema judicial, sino también promover un cambio que devuelva al Poder Judicial su papel como garante de justicia y ética, ofreciendo así una esperanza de renovación que responda a las demandas ciudadanas.