Este lunes 26 de agosto marcó el inicio del ciclo escolar 2024-2025 para miles de estudiantes en todo México, y la Sierra Norte del estado de Puebla no fue la excepción. En comunidades rurales como Ajalpan, los niños se dirigieron desde tempranas horas hacia sus escuelas, destacando por lucir uniformes que combinaban textiles tradicionales con el atuendo oficial, reflejando el orgullo por su herencia cultural.
Las calles de Ajalpan se llenaron de vida con el bullicio de los pequeños, mezclando en su conversación el náhuatl y el español. En esta región, la mayoría de las instituciones educativas son bilingües, lo que resalta el patrimonio lingüístico de la comunidad. A lo largo de la jornada, se observó a niños apresurados por llegar a clases, algunos acompañados por sus madres y otros caminando en grupos. Mientras unos cargaban libros recién entregados, otros se detenían a comprar golosinas en los comercios locales.
En un gesto de bienvenida, los docentes decoraron las entradas de las escuelas con globos para recibir a los estudiantes, creando un ambiente festivo. Al finalizar la jornada, los adornos fueron retirados, marcando el cierre del primer día de clases a las 16:00 horas.
Sin embargo, no todas las imágenes del regreso escolar fueron alentadoras. En algunas zonas de la comunidad, se observó a niños trabajando en el campo y a niñas desempeñando roles de maternidad, evidenciando la coexistencia de desafíos sociales en la región.
Con una población cercana a los 70 mil habitantes, Ajalpan es un municipio donde la convivencia entre el español y el náhuatl forma parte del tejido cultural, reflejándose en la vida cotidiana y en las aulas de esta vibrante comunidad serrana.
